lunes, 7 de diciembre de 2015

Los tomos: sombras

En la anterior entrada comentaba la historia de los tomos, su reciente introducción en el mercado español de cómics Marvel y sus bondades.

Bien, pues en este artículo seremos más críticos y veremos la parte más oscura de los mismos. Ya lo sabemos: las cosas no son blancas ni negras, suelen ser de distintas tonalidades de grises.

En primer lugar pensaréis que voy a criticar su precio, que suele ser de unos 40 € de media. Pues no. A todas luces, los tomos son uno de los formatos más económicos que hay en el mercado. Haced cuentas: comprobad el número de "grapas" que formaría cada uno de los tomos en base a su gran cantidad de páginas. Ahora, calculad el coste que tendría ese mismo material, pero con tomos de tapa blanda. Los tomos, quitando algunos más delgados, son siempre más económicos. Eso, los de la editorial lo saben, por eso hicieron algún amago y juguetearon con los 60 €, algo que los fans criticaron ávidamente en todas sus vías de comunicación disponibles. Afortunadamente para ambas partes, el precio volvió a la normalidad.


El tomo de Marvel Héroes dedicado a los Alpha Flight de Byrne se puso a la venta a 60 €


El material publicado tampoco es criticable, ya que estamos hablando de nuestros cómics favoritos y sus historias más legendarias. Las ediciones tienen calidad y el contenido de cada tomo no se limita a un mismo título, sino que suelen incluir en la mayoría de los casos números de otras colecciones que hacen referencia y complementan la historia o etapa que se incluye.

Posiblemente, el tipo de papel e impresión del mismo utilizado en las páginas pueda causar un tanto de desacuerdo entre sus compradores. Hay quien prefiere el papel de los Omnigold y otros, el tono brillante de colores vivos de los Marvel Héroes. Quizás lo mejor hubiese sido uniformizar el gramaje y textura del papel, tanto de las páginas como de la cubierta, ya que en la estantería, los lomos brillantes de los Omnigold no se integran con los mates de los Marvel Héroes (y viceversa)




Llegamos al verdadero problema: su fragilidad. Cada tomo es un pequeño tesoro con un contenido histórico dentro de la historia del cómic. Por eso, para nosotros tiene un valor que sobrepasa con creces al de cualquier obra impresa presente en las librerías. Así que no es nada agradable llegar a casa, quitarle el plástico que lo precinta y ver todos esos pequeños desperfectos que no habíamos visto previamente en la tienda: cubiertas con los lomos deformados, sobretodo en la parte superior o inferior, puntas dobladas, marcas de golpes o arañazos en el cartón...

Encontrar tomos en perfecto estado es algo que se complica mucho más si compramos por Internet (lo de los transportistas en este país es para hacérselo mirar) o son tomos que hace un tiempo que salieron a la venta. La mejor recomendación que podemos dar en este caso es llevar las compras al día y escoger muy bien los tomos entre los distintos ejemplares de la tienda, cuando todavía están calentitos en los mostradores.

Otro problema importante de este formato es cómo van a aguantar el tiempo en las estanterías. Comprobad ahora mismo vuestros tomos. Veréis que los que llevan más tiempo comprados y generalmente, contienen más páginas, han empezado a deformarse por el encuadernado de la parte superior, debido al peso de las páginas. Esto suele ser más común en los Marvel Héroes y en los Marvel Limited Edition, ya que el papel tiene más peso. En algunos casos, he podido comprobar horrorizado que los daños son más importantes, como muestro en esta foto de mi tomo Limited de "La Muerte de Drácula":




Pero aquí en este blog vamos a dar una solución para evitar que estos daños vayan a más. Con un coste ínfimo y poco de maña, podemos preservar la encuadernación de nuestros tomos durante muchísimo tiempo.

En primer lugar tendremos que buscar algún material que sea resistente y que no dañe el tomo. Yo he utilizado cartón pluma, ya que es muy fácil de cortar. Otra posibilidad que había pensado era utilizar listones de madera para cortarlos a medida, pero la madera de pino sin barnizar ni tratar suele escupir resina con el paso del tiempo.

En mi caso, compré varias hojas de cartón pluma de 0,3 cm. de grosor, aunque estoy convencido de que realmente es más cercana a los 0,4 cm. La medida viene perfecta. Antes de comprar varias hojas, vale la pena que os aseguréis de que las dimensiones son exactas.

Con un cúter cortaremos a medida un trozo de cartón pluma para que encaje perfectamente en la parte inferior derecha de cada tomo (la parte de abajo en el extremo de las hojas). Es conveniente identificar cada trozo con un rotulador permanente para evitar que se transpapelen cuando saquemos varios tomos a la vez de la estantería.




Con este método conseguimos que las paginas no se queden "suspendidas" solo por el encuadernado y así éste no sufre tanto. De esta forma, las páginas se apoyan sobre el "suelo" de las baldas de la estantería.




El coste es muy reducido. Para todos mis tomos no llegué a emplear ni una lámina entera, la cual tiene un tamaño un poco mayor de un A4 y un precio ligeramente superior a 1 €.




Eso si, deberemos dedicar un poco de nuestro tiempo y paciencia. Pero sin duda alguna, nuestros tomos lo merecen.

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